«Tu sonrisa es tu logo. Tu personalidad es tu tarjeta de presentación y cómo se sienten los demás después de conocerte, es tu marca registrada.»
Jay Danzie
Mi mamá siempre me decía, «Hagas lo que hagas, hazlo siempre bien, da lo mejor de ti, siéntete orgullosa de ti misma. No hagas las cosas por hacer, da siempre más de lo que se pide, que todo lo que lleve tu nombre inspire, impulse, sea un ejemplo; busca la excelencia, sé la mejor versión de ti misma, sé auténtica, no copies a otros. Hagas lo que hagas, hazlo con AMOR.» Gracias, mamá por enseñarme todo esto.
Con el tiempo me he dado cuenta de que el AMOR con el que hacemos las cosas es lo que marca la diferencia. Tal vez te suene demasiado romántico, pero piénsalo mejor. Las cosas hechas con amor están siempre bien hechas. Cada vez veo más gente que hace las cosas por hacer, sin cariño, sin ilusión, sin ganas. Este es el tipo de gente a la cual olvidas fácilmente, es el tipo de gente que no te sorprende, que no te inspira. Pero luego hay personas que cuando sirven el café te hacen un dibujo con la espuma, otras te sonríen, hay personas que consiguen la manera de transformar las cosas ordinarias en extraordinarias. Algunos te abrazan sin que lo esperes, otros te hablan con paciencia y dulzura, otros iluminan tu camino con su creatividad.
Hay personas que son la pura representación de magia y alegría. Hay personas que están atentas a todo, se dan cuenta antes que nadie que necesitas ayuda, buscan la manera de apoyar e innovar, son proactivas. Estas personas hacen de este mundo un mundo mejor.
Recordamos a las personas por cómo nos hacen sentir, por las emociones que despiertan en nosotros, por su cariño y energía transformadora.
Recuerda, el ingrediente secreto es siempre el AMOR.
Con amor, Ana