«Cuántas cosas perdemos por miedo a perder.»
Paulo Coelho
Tres palabras claves para tu vida. Tres conceptos que vistos juntos pueden ayudarnos a dar un giro a nuestra manera de vivir, sentir, pensar y reaccionar ante cualquier situación que se nos presenta en nuestro día a día.
Empecemos por el miedo. ¿Te consideras una persona miedosa? ¿Qué situaciones/actividades/sensaciones activan el miedo en ti? Yo siempre he dicho y he sentido que soy muy miedosa. Aprendí a serlo desde pequeña, en parte porque me enseñaron a no arriesgarme demasiado, a ser precavida para que no me pasara nada malo, para no equivocarme. Adopté miedos de otras personas como miedos propios sin preguntarme si realmente le tenía miedo a todas esas cosas.
Con el paso del tiempo me di cuenta de que no solo le tenía miedo a los perros, a los barcos o a cualquier actividad considerada extrema por mí, sino que también fui desarrollando otros miedos más trascendentales como por ejemplo miedo a perder a las personas que más amo, miedo a no lograr lo que me he propuesto, miedo a no ser feliz, miedo a enfermar, miedo a no ser lo que otros esperan de mí, miedo al abandono, al rechazo, miedo a ser decepcionada, miedo a no recuperarme de alguna situación difícil y dolorosa… ¿Te suenan estos miedos? Seguro podríamos agregar más a esta lista.
Sin embargo, cuando me di cuenta y entendí que tenía que trabajar el miedo desde otro punto de vista, desde la magia del amor y de la confianza, TODO cambió. Fui consciente de que el miedo hacía que me perdiera muchas cosas maravillosas de la vida. Recuerdo la primera vez que me subí a un barco, me repetía una y otra vez que estaba loca, que me iba a desmayar en el trayecto, que por qué mejor no me quedaba tranquila y dejaba este tipo de aventuras a los más valientes. Fue suficiente llegar al destino para que mis ojos brillaran por la belleza que estaba al otro lado del mar y así entender que aunque los barcos no eran ni serán mi medio de transporte favorito, vale la pena al 100% descubrir lo que hay al otro lado de ese miedo.
De la misma manera, fui enfrentando otros miedos similares y el descubrimiento fue el mismo: si te atreves, descubres que eres más valiente de lo que piensas y puedes vivir experiencias que llenan tu corazón de alegría y emoción.
Ahora bien, si hablamos de miedos más profundos como el miedo a que otra persona te falle, el miedo a no ser lo que otros esperan de ti, el miedo a que tus planes no resulten como esperabas… es donde considero que intervienen el amor y la confianza.
Hace unos días, alguien muy querido me estaba contando algunas situaciones de su vida actual que hacen que sienta que su mundo se está tambaleando. Gran parte de estas situaciones son positivas y muy bellas, pero AÚN ASÍ el sentimiento que le generan es miedo. “¿Qué pasa si no funciona? ¿Qué pasa si no es tan bueno como parece? ¿Qué pasa si me estoy equivocando?” Luego siguió una pregunta que no me esperaba. “Ana, ¿cómo haces para mantener siempre la calma y estar segura que todo va a estar bien? ¿Cómo logro eso?” Sin pensarlo y con la mayor naturalidad y convicción respondí: la clave está en CONFIAR. Si algo he aprendido es que todo, absolutamente todo en esta vida es incierto. En cuestión de segundos tu vida puede cambiar positiva o negativamente. Esto implica que la única constante en nuestras vidas es el cambio. La verdad es que esta idea es aterradora, pero a la vez emocionante. Si todo es tan incierto, confiar es la mejor opción que tenemos, ¿no crees? Confiar te da paz, serenidad y equilibrio, ingredientes perfectos para llevar una vida plena.
Me gusta dividir la confianza en tres: confianza en uno mismo, confianza en los demás y confianza en la vida. Te contaré mi visión de este concepto; no ha sido fácil para mí llegar a estas conclusiones porque siempre me ha costado confiar. Es por eso que espero que esta filosofía te ayude a aumentar tu confianza.
Confiar en ti es fundamental. Todo lo que vives, cada experiencia que tu cerebro y tu corazón registra, va creando una serie de creencias dentro de ti: positivas y negativas. Si vives en un ambiente en el que las personas importantes para ti te hacen saber siempre que te aman, que creen en ti, que lo que haces está bien, que eres una persona extraordinaria… te será más fácil creer que eres así y tu confianza en ti estará en un nivel alto. Si por el contrario los demás te hacen sentir que no eres lo suficientemente bueno, que deberías hacer más, que deberías ser diferente… las creencias que se desarrollarán en ti serán creencias limitantes y tu confianza estará en números rojos. Aún así, puedo asegurarte que estas creencias limitantes son reversibles. Con reflexión, observación y paciencia puedes llegar a ver todo lo bueno que hay en ti.
Todos nosotros, todos sin excepción somos personas únicas y maravillosas. Todos tenemos características y cualidades que nos hacen ser especiales. Reflexiona al respecto y descubre TODO lo que te hace ser tan perfectamente tú. Poco a poco irás conectando contigo y descubriendo tus virtudes. Todos tenemos defectos, sí, es verdad, pero no es ahí donde está nuestra fortaleza, así que deja de lado esos defectos y concéntrate en eso que te hace destacar. Tu confianza aumentará notablemente. Encuentra algo que ames y dedícate a eso, la confianza en ti será desbordante.
Confiar en los demás y confiar en la vida considero que van de la mano. Si confío en la sabiduría de la vida, confío en que siempre pondrá en mi camino a las personas correctas en el momento correcto, en el lugar correcto. Esto no implica que todas las personas serán buenas, pero sí que el aprendizaje que me dejarán será el mejor si yo así lo decido. Muchos dicen que debemos esperar lo peor de los demás y que así nunca nos sentiremos decepcionados. Opino todo lo contrario. Siempre espero lo mejor de todos porque parto del principio de que cada persona es buena y valiosa. Tanto de las personas buenas como de las no tan buenas que han entrado a mi vida he tenido aprendizajes tan importantes que he decidido atesorar los mejores momentos con ellas y dejar en segundo plano los malos, sin rencor y sin resentimiento. Eso me ha hecho ser más comprensiva, flexible y noble.
Cuando confías en la vida, la vida también confía en ti y en tu capacidad para elegir sabiamente tu camino. La magia de la confianza está para mí en todas las señales que nos envía la vida a través de personas, oportunidades, experiencias, proyectos, ilusiones… Si sabes verlas con el corazón, tu confianza aumentará cada vez más. Te invito a que también permitas que la vida te cambie tus planes. Te sorprenderás con las experiencias tan enriquecedoras que vivirás.
Por último, quiero hablarte del amor. Esa fuerza tan poderosa que es capaz de hacer que tu vida sea un sueño hecho realidad. El amor es todo lo opuesto al miedo. El miedo se sana con amor, así que AMA, ama mucho. Ámate y ama a los demás sin miedo, sin reservas, confiando plenamente en que todo estará siempre bien. Me preguntarás tal vez, “¿Y qué pasa si nos equivocamos, Ana?” y te responderé, “Equivócate mucho, equivócate sin miedo, equivócate desde el amor”. Los errores son aprendizajes y aprender te hace crecer, te hace más fuerte, sabio y valiente. La sabiduría no es más que experiencia. Y para tener experiencia es inevitable no equivocarse.
Confía, ama y no tengas miedo. La vida es muy sabia y todo lo que vives tiene un sentido mucho más grande de lo que podemos explicar.
Con amor, Ana