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Suelta, suelta, suelta

Ana Zaharciuc




«Me doy cuenta de que hay algo increíblemente honesto sobre los árboles en invierno, cómo son expertos en dejar ir las cosas.»

Jeffrey McDaniel

 


Todo aquello que te decepciona, suéltalo. Todo aquello que te entristece, suéltalo. Todo aquello que te impide ser tú mismo, suéltalo. Todo aquello que te molesta, suéltalo. Todo aquello que te duele, suéltalo. Todo aquello que interfiere con tus planes, déjalo ir. Todo aquello que te frena, suéltalo. Todo aquello que te da miedo, déjalo atrás. Todo aquello que te angustia, suéltalo. Todo aquello que te hace dudar, suéltalo. Suelta, suelta, suelta.


Soltar es confiar y agradecer, es dejar en nuestro corazón solo lo que es auténtico y real. Suelta y sé feliz. Lo mereces. Todo aquello que te pesa, suéltalo. Todo aquello que no ilumina tu cara y tu alma, suéltalo. Todo aquello que no te apasiona, suéltalo. Todo aquello que no te emociona, suéltalo. Todas aquellas personas que te han hecho daño, suéltalas.



Cuando sueltas respiras diferente, tu corazón sonríe siempre y es así como brillas, como creas magia.




Mientras más sueltas, más recibes. Lo que no te da paz, suéltalo. Cuando la paz interior se convierte en algo importante para ti, aprendes a soltar, a perdonar, a encontrar el equilibrio que siempre has buscado. Suelta, suelta, suelta. Cuando sueltas, tu energía cambia, te impulsa hacia adelante, cambia tu mundo y el de los demás. Suelta para amar más, para vivir al máximo, para llenar tus días de alegría.


Suelta, suelta, suelta y aprende de todo lo que sueltas.


Con amor, Ana




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